miércoles, 3 de septiembre de 2008

descompensados


Y parecía que las palabras sobraban.

Pero no sobraba nada. Todo lo que hacía es faltar.

Faltaban días, oportunidades de querer, rincones para saciar el deseo. Faltaban los desayunos tostados, faltaba un futuro, faltaba la proporción. No encontraba la mesura, la cordura, la razón de ser.

Se abrazaba a su cintura con ganas de no soltarse nunca. Y rodaban rápido. Caprichosos. Lo único que se veía claramente era su sombra fugaz en el camino. Descompensados, se aferraban el uno al otro sin equilibrio y sólo tenían graduación para ver hasta mañana.

Pasado será otra historia. No sobraba hoy, pero pasado faltaba.

1 comentario:

Andreilla dijo...

Gusta!!

A lo mejor no falta; a lo mejor es que cada historia tiene distinto tamaño...a o mejor resulta que es sólo cuestión de dejar de querer hacer grande lo que debe ser pequeño!.

Y no es a propósito de ninguna conversación Lavapiesera de un viernes de teatro....:-)